En los últimos años ha crecido el interés y la necesidad de producir alimentos de una forma más sostenible y respetando el entorno y el medio ambiente. Concretamente, en la producción de hortalizas y verduras frescas, la industrialización agrícola es donde se ha desarrollado más, con cultivos fuera suelo, calefacción, fertirrigación, etc.
La producción orgánica siempre tiende a ser menos productiva, pero en los últimos años ha crecido el interés por la huerta orgánica intensiva, también llamada huerta biointensiva. En este post vamos a hablar de ello, conociendo en qué consiste la huerta orgánica intensiva y que beneficios puede tener a nuestra empresa agrícola.
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¿Qué es la huerta orgánica intensiva?
La huerta orgánica intensiva es un sistema de producción orgánica (ecológica), que pretende producir verduras frescas y hortalizas, aprovechando al máximo la superficie de suelo disponible y aumentando la fertilidad del suelo año tras año. De esta forma, se consigue una producción sostenible y orgánica manteniendo también la producción.
La huerta orgánica intensiva se basa en varios principios o técnicas básicas para poder conseguir su doble objetivo, la producción (Cantidad) y el B.
Principios básicos de la huerta orgánica intensiva
El Suelo, un pilar fundamental
A diferencia de la huerta orgánica intensiva, en la producción convencional de hortalizas y verduras, el suelo ha perdido la importancia que tenía como fuente de nutrientes para las plantas. En muchos casos, ha dejado de existir y muchas plantas desarrollan su sistema radicular en sacos fibrosos regados por un sistema de fertirrigación con la cantidad de nutrientes necesarios en cada momento.
En la huerta orgánica intensiva el suelo pasa a ser un pilar fundamental para poder producir una cantidad importante de alimentos sin la necesidad de utilizar fertilizantes de síntesis química.
La demanda de nutrientes en producciones de hortalizas es muy elevada. Para poder suplir esta necesidad la huerta orgánica intensiva establece tres prácticas para mantener un suelo rico en nutrientes disponibles para las plantas.
Trabajo mínimo del suelo
En la huerta orgánica intensiva se procura trabajar el mínimo posible el suelo. Cada vez que se labra un suelo incorporamos una gran cantidad de aire. Este hecho provoca una oxidación de la materia orgánica presente en el suelo y por lo tanto, una pérdida de fertilidad y de nutrientes asimilables para las plantas.
Microbiología del suelo
En el suelo hay millones de microorganismos y bacterias que son los encargados de convertir la materia orgánica y los restos vegetales en minerales indispensables para el desarrollo de los cultivos.
Bancales permanentes
Por tal de minimizar el trabajo del suelo y preservar la vida microbiológica del suelo, la huerta orgánica intensiva trabaja con bancales permanentes, es decir, espacios de suelo fijos donde se van estableciendo los cultivos y se va aumentando cada vez más el contenido en carbono.